Q​UEMAR LOS CAMPOS, espacio para el duelo colectivo, la escucha y el acompañamiento

REDACCIÓN

· La​ intensa reflexión acerca de los feminicidios en México se escenificará del 19​ al 29 de enero, con funciones de jueves a domingo, bajo la dirección de Bruno​ Ruiz

Quemar​ los campos​ (2019), texto de Ingrid Bravo y dirección de escena de Bruno Ruiz, se​ presentará del 19 al 29 de enero para iniciar las actividades del 2023 en el Foro A Poco No, recinto de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

Pieza de teatro​ documental que intenta generar una reflexión en torno al feminicidio, Quemar los campos(Instrucciones​ para construir un jardín)​ toma como punto de partida el caso de Diana Velázquez Florencio, de 24 años de​ edad, vendedora de dulces, quien fue violada y asfixiada el 2 de julio de 2017 en Chimalhuacán, Estado de México.

La dramaturga dio​ forma a la obra a partir de textos de Roberto Juarroz, Giorgio Agamben, Sergio​ González, Rita Laura Segato, Sherko Bikas, Mariana Berlanga Gayón, Ileana​ Diéguez, Selva Almada y múltiples mujeres zapatistas.

Se articula una​ metáfora eje: “Así como las madres de víctimas de feminicidio han tomado los​ lugares públicos para buscar justicia ante un Estado indolente, la compañía de​ teatro ha apostado por lo imposible: tratar de hacer de un teatro un jardín. Imposible, no porque no pueda hacerse, sino porque se hace a pesar de todo”.

En ese sentido​ –dicen las y los integrantes del grupo– Quemar los camposintenta replicar la potencia política de los actos​ simbólicos con el objetivo de disponer un tiempo y un espacio para el duelo​ colectivo, la escucha y el acompañamiento.

Ingrid Bravo,​ actriz, dramaturga e integrante del Laboratorio Teatro Desde la Grie​​ta,​ recuerda que en 1993 se documentó el primer feminicidio de una ola que se​ extiende hasta nuestros días. Las imágenes que dan cuenta de tales crímenes han​ tomado una relevancia descomunal, afirma, y se cuestiona: ¿qué puede hacer el teatro ante esto?, ¿qué tipo de imágenes hay que construir ahora?, ¿cómo​ acercarnos al dolor sin espectaculizar e instrumentalizar?, ¿es posible construir​ un dispositivo escénico que no cuente un relato de muerte, sino de vida?, ¿cómo​ hacer del teatro un espacio para la justicia?

La dramaturga​ explica que “hemos recogido estas preguntas y diseñado un contra-dispositivo de​ participación (que busca contrarrestar o hacer frente a aquellos que vulneran​ el cuerpo de las mujeres), todo ello a partir de tres ejes: el performativo,​ que renuncia a la representación como único nivel ficcional. Aquí, las actrices​ (operadoras) no representan ningún papel, son ellas mismas quienes cuentan sus​ experiencias y realizan acciones para la transformación del espacio teatral en​ ​un jardín.

El segundo, de​ implicación, coloca a las espectadoras / participantes en el centro mismo de la​ acción. A partir de un instructivo y de la guía de las operadoras, se construye​ en colectivo el jardín, y, el eje testimonial, que pone en escena las voces y​ los rostros de Lidia y Laura, madre y hermana de Diana Velázquez Florencio. Se​ teje una red de afecto en torno a su imagen y se da constancia de la lucha de​ ambas mujeres en la búsqueda de justicia.

Para hilar la​ reflexión, el grupo toma como referencia el concepto de “campo”, acuñado por​ filósofo italiano Giorgio Agamben, quien lo define como “el lugar donde la ley​ se suspende y la excepción se vuelve regla”.

Entonces –reitera​ la dramaturga mexicana– en nuestro país el cuerpo de las mujeres se ha vuelto​ campo de sí mismo, un lugar que produce muerte, en el que la vida se queda​ ​desnuda porque no hay nada que la proteja, en el que la ley se suspende y la​ excepción se vuelve regla: un campo de excepción.

Y recuerda: Según​ las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública​ (SESNSP) son asesinadas alrededor de 10 mujeres al día. Y pregunta: ¿podríamos​ decir que México es un campo de excepción?, ¿cómo podemos revertirlo?, ¿cómo podemos volver a fertilizar esta tierra?

En la propuesta​ participan las actrices y performers Ingrid Bravo y Daniela Bustamante (Dulce​ Mariel alterna en las funciones), así como la cantante Shadé Ríos y la​ ​guitarrista Mónica Bajonero. El diseño de espacio escénica es de María María y​ Bruno Ruiz , así como la identidad gráfica es una colaboración de Matryoshka.

Quemar​ los campos​ (Instrucciones para construir​ un jardín) se escenificará del 19 al 29 de enero, los jueves y viernes a las 20:00 horas, sábados a​ las 19:00 y domingos a las 18:00 horas, enel Foro A Poco No (República de Cuba 49, Centro Histórico, cerca del Metro Allende)​ con los cuidados sanitarios necesarios: uso permanente de cubre-bocas y de gel​ anti-bacterial, de parte tanto del personal del teatro como de los​ espectadores.

Admisión: entrada​ general,​ $196. Los boletos se pueden adquirir en la taquilla​ del teatro y en las plataformas digitales de Ticketmaster.

By |2023-01-18T00:39:58+00:00enero 18th, 2023|Historias destacadas, Teatro|0 Comments