Por: Jorge Yeicatl/ @Jorge_Yeicatl / @desconocido_tour

En el silencio cálido de la Librería del Fondo de Cultura Económica, Vicente Jáuregui nos recibe con una taza de café en la mano y una energía que delata su pasión por la música. Conocido por ser el guitarrista de San Pascualito Rey, el músico y compositor ha decidido explorar un camino solitario bajo su propio nombre, dejando fluir su esencia sin restricciones.

“Cuando llegó la pandemia hubo suficiente ocio y tiempo para decir: hay que hacer algo distinto”, confiesa Vicente. “Fue entonces cuando me inventé este proyecto porque es muy personal: mis rolas, mi voz, mi trabajo”.

Un viaje hacia lo personal

En su faceta solista, Jáuregui se describe como una persona inquieta, en constante búsqueda de nuevos horizontes creativos. Esta necesidad de expresión sin filtros, de un sonido que le sea fiel, queda patente en su reciente EP, Ternura Radical. Este trabajo es una muestra palpable de su libertad creativa, un espacio donde finalmente ha logrado capturar lo más auténtico de sí mismo. “Es la música más fiel que he hecho en mi vida porque sale directo del corazón”, afirma con convicción. Cada nota, cada palabra, parece tener un propósito claro: expresar lo que hasta ese momento había permanecido en silencio.

Un soundtrack personal de lucha interna

El EP no solo es un reflejo de la libertad creativa de Vicente, sino también un testimonio sonoro de sus luchas y superaciones personales. En canciones como Ataque de pánico, se abren las puertas a sus batallas más íntimas, aquellas con la ansiedad que lo acompañó durante muchos años. “Muchos años de mi vida la padecí”, revela Vicente, con la mirada perdida en un rincón de la librería mientras las palabras fluyen como un desahogo. “Esta canción es una catarsis, un mensaje para todos los que han pasado por lo mismo”. La música se convierte en un canal de comunicación directa, un refugio donde la angustia se transforma en arte.

En contraste, Ternura Radical, la canción que da nombre al EP, es un canto a la victoria, una declaración de cómo se puede superar el miedo y el sufrimiento. “La ansiedad fue mi peor enemigo, pero trabajé para vencerla. Llegó un momento en que no podía ni salir a la calle”, recuerda con una sonrisa que mezcla nostalgia y alivio. “Esta canción simboliza ese proceso de sanación”. El momento de escribirla fue un hito importante, un punto de inflexión en su vida, donde la música se convirtió en la herramienta para encontrar la paz interior.

El título del EP tiene su propio origen en una experiencia fortuita. “Vi la frase Ternura Radical en la calle y me impactó”, comenta, casi como si el destino le hubiera dado una señal. “Busqué más y descubrí un manifiesto que resonaba con mis sentimientos desde la prepa”. La frase encapsulaba perfectamente la paradoja de la ternura como una forma de resistencia, un mensaje de lucha que, según Vicente, se mantiene vigente en su música.

Sonido, colaboraciones y la creación sin restricciones

El proceso de creación de Ternura Radical estuvo marcado por la colaboración con el productor Pepe Pecas, con quien Vicente conectó de forma orgánica, casi por azar. “Le escribí por Instagram tras escucharlo en una playlist. Nos conocimos, pasaron los meses y un día le propuse producir un EP”, recuerda Vicente, con una risa que da cuenta de la espontaneidad de la propuesta. “Nos encerramos una semana en Cuernavaca con mis canciones desnudas, solo guitarra y voz. De ahí fuimos vistiéndolas, sin prejuicios, dejándonos llevar”. El resultado es un trabajo auténtico, donde la esencia de Vicente se expone sin adornos innecesarios, solo lo esencial. “Lo escuché hace poco y me sorprendió. Me gusta el resultado final, es lo que soy en este momento”, dice con una mezcla de satisfacción y asombro. Sin embargo, Vicente es consciente de que su proceso creativo nunca se detiene. “Siempre estoy creando. Cuando siento que tengo suficiente material, es momento de armar el rompecabezas”.

Influencias y simbolismos

A lo largo de la charla, Vicente revela las influencias que lo marcaron desde joven, aquellas que lo conectaron con la música de una manera visceral. “Fue un flechazo”, recuerda con una sonrisa nostálgica. “Crecí en una familia conservadora donde solo se oía ranchera y boleros. Cuando descubrí a Nirvana, Guns N’ Roses y Metallica en la secundaria, mi mundo cambió”. Estos sonidos marcaron su adolescencia y, más tarde, moldearon su visión de la música como una forma de libertad y rebelión.

La portada de Ternura Radical también tiene un significado profundo. En un mundo de concreto y caos, donde la naturaleza parece estar bajo ataque constante, la flor que aparece en la imagen simboliza la resistencia. “La flor en la portada representa resistencia. Me inspira esa imagen de una planta rompiendo el pavimento”, explica Vicente, como si la flor misma fuera una metáfora de su propio proceso creativo: emergiendo a través de las grietas del sistema, luchando por mantenerse viva y relevante.

Hacia el futuro

Con una voz cada vez más consolidada y un sonido que sigue evolucionando, Vicente Jáuregui mira hacia el futuro con determinación y esperanza. “Me siento más seguro como cantante. Pepe me ayudó a encontrar mi voz. Al principio me costaba, pero él me hizo explorar hasta dar con mi tono real”, dice con humildad. El camino en solitario de Vicente, aunque reciente, se ha convertido en un viaje de autodescubrimiento, de enfrentar sus propios miedos y abrazar su libertad creativa sin límites. “No sé cuándo, pero viene algo mejor. Lo sé”, concluye con una sonrisa llena de certeza, sabiendo que su música, como él mismo, sigue en constante transformación.

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